A diferencia de otros niños que acuden a la misma guardería, siempre he notado que la mayoría de las personas que laboran en el área donde cuidan a los pequeños, saludan a mi bebé. Sí, ya ha crecido y puede responder con algún sonido o seña cuando se refieren a él.
Siempre al llegar, todo el personal, con mucho cariño lo saludan amablemente, y él responde con una sincera sonrisa. Sé que es un pequeño amable y por el cómo se comporta en casa, sé que es muy cariñoso.
Hoy lo corroboré, pues al recogerlo, la persona que lo cuida diariamente comentó que es un pequeño con un espirítu encantador y fácil de querer, entre otras cosas.
¡ Me sentí el padre más orgulloso sobre la faz de la Tierra !