Hoy salí por la tarde a jugar con mi papá al parque. Nos divertimos por al menos a una hora. Me sentí feliz. Jugamos al Dragón Rojo enojado. ¡ Me encanta ese juego ! Cambio y fuera

Aventuras de un pequeño gran saltamontes y un pequeño gran explorador
Un blog amoroso para ahora, nuestros dos hijos
Hoy salí por la tarde a jugar con mi papá al parque. Nos divertimos por al menos a una hora. Me sentí feliz. Jugamos al Dragón Rojo enojado. ¡ Me encanta ese juego ! Cambio y fuera
Hoy salimos los cuatro a caminar al parque. Mamá, papá, Boli y yo. Le gané a Boli a correr. Quiero mucho a Boli. Cambio y fuera
Hoy fue la primera vez que vamos de excursión al cerro. Me gustó mucho. También me cansé, pero fue muy emocionante. Mamá nos esperó abajo y junto con papá subimos hasta la «cima». Cambio y fuera.
Hoy encontramos a un lindo gatito. Mi papá me dio oportunidad de acariciarlo. Está muy bonito, pero se fue corriendo muy rápido. ¡ Qué bonito ! Cambio y fuera.
Salí con mi papá a correr con Boli. Me divertí. Mi papá es el mejor. Es el ganador.
Pusimos calcomanías de Paw Patrol en mi cuarto. Me encantaron. Es un cuarto fantástico. Cambio y fuera
Finalmente lo dijo…
En esta ocasión seré muy breve, o al menos en el momento que comienzo a escribir tengo la clara intención de hacerlo.
Me siento contento, tengo una sensación diferente no experimentada anteriormente como padre que soy ahora. Hoy por la tarde, finalmente mi pequeño saltamontes me dijo PAPÁ.
Hoy por la tarde se dirigió a mí con esa vocecita tan linda, con una sonrisa y un brillo lleno de vida en sus ojitos, un brillo que contagia esperanza, un brillo que me hace olvidar el resto del mundo para sentir que sólo él y yo existimos.
Me lo dijo tantas veces en tan poco tiempo, que parecería que por meses se guardó esa linda palabra en su mente, para poderla decir en un momento especial.
Me lo dijo mientras estaba sentado en el sillón junto a su mamá, y después de la primera vez, salieron miles más, o al menos eso me pareció mientras unsa sonrisa se dibujaba en mi rostro. Continuó repitiendo esa palabra tan especial para mí mientras corría a abrazarme diciendo PAPÁ.
De la emoción siento que no puedo escribir con la coherencia que deseo, porque después de más de seiscientos días, me dijo papá.
¡ Te quiero mucho mi pequeño saltamontes !
Hoy fue un día de sopresas, pero no para mí, sino para mi niño:
Cerca de la casa, hay un pequeño espacio para que los niños puedan jugar, es un lugar donde el piso -aunque está a la intemperie- está formado por bloques esponjosos que evitan que si los pequeños se caen, sufran un golpe fuerte. Además, existen varios juegos donde los pequeños pueden divertirse.
Era la primera vez que mi pequeño iba a visitar ese lugar, por lo que cuando llegamos, mostró en su rostro la sorpresa que le causaba la novedad, pero cuando empezó a reconocer que era un espacio donde podía divertirse, una sonrisa se presentó en su cara.
Subía, bajaba, subía y volvía a bajar; fue tan lindo ver en su cara cuánto lo estaba disfrutando.
¡ Volvería a llevarlo, para poder ver nuevamente su cara de felicidad!
¡ Esa carita de felicidad que día a día me inspira !