¡Toda una odisea!

Finalmente, después de varias semanas de búsqueda, decidimos adquirir una cuna. Ya teníamos una pequeña, pero como ha crecido, ya no es suficiente y requiere una más robusta.

Llegó parcialmente desarmada, no nos disgusta para nada armar diferentes muebles, pero es muy cierto que el armar la cuna fue desesperante.

imaginen un día caluroso, húmedo y con una cuna, en la que los tornillos no pueden ser colocados fácilmente entre las piezas que deben ser unidas por ellos.

Después de varias horas de intentos, de mover la pesada base, la cabecera y los barandales, finalmente quedó lista para estrenar.

Sí, ya sé que no representa ninguna hazaña, pero para nosotros ese día fue algo extenuente, sin embargo, lo logramos.

Ahora nuestro bebé. podrá dormir plácidamente en su cuna. Bueno, falta el colchón, pero esperemos que esa no sea otra aventura por contar. Finalmente, para nosotros, tener lista su cuna fue…

¡ Toda una odisea !