La primera «despedida»

Teniendo un bebé pequeño, es un hecho que en algún momento, tendrá que acudir a la guardería.

Ya sea que trabajes o no, que el bebé acuda a la guardería es tan enriquecedor para él. Algo que no había escuchado, es todo ese proceso de preparación para que el bebé pueda ir a la guardería con todo lo que requiere; decidimos llamarle «el ritual».

Y es que en realidad es un ritual, los biberones, la leche, la ropa, los pañales, el aceite o la pomada para la rozaduras, los baberos, la cobijita….uff, muchas cosas en qué pensar sobre todo para cuando eres un padre primerizo.

Hoy, finalmente con todo listo, decidimos llevar a nuestro retoño, por primera vez a la guardería.  Sentíamos un dolor muy grande de dejarlo. no sabíamos cómo iba a reaccionar. Pero sobre todo, no sabíamos cómo ibamos a reaccionar nosotros mismos.

La incertidumbre terminó en el instante que lo entregamos en los brazos de su maestra, su sonrisa y el deseo de conocer más de su alrededor que podíamos ver en sus ojos, nos tranquilizó.

Finalmente nos dimos cuenta que los más nerviosos éramos nosotros mismos, es tan extraña esa sensación de vacío cuando no lo tienes contigo, después que por tantos meses lo has tenido día y noche junto a ti.

Sn embargo, algo que nos funcionó para aceptar que la guardería es un excelente lugar para aprender, es recordar que…

¡ incluso en la naturaleza, existen ciertas especies que tienen guardería mientras los padres salen a buscar el alimento¡

Por lo tanto, lo que estábamos haciendo era lo correcto.

Primera vez con la pañalera

Hoy por la mañana, tranquilamente estuve preparando la pañalera. Es la primera vez que debo preparar todo para que el bebé vaya a la guardería.

Cuando comencé a prepararla, pensé que en pocos minutos estaría listo. Sin embargo, no fue así. Seis pañales, dos pantalones, una playera, cuatro biberones, las toallitas húmedas, la crema para las rozaduras, el aceite para limpiarlo e hidratarlo durante el cambio de pañal,  la cobijita para el frío, un suéter, dos gorritos, los guantes. Uff, hasta de estar escribiendo todo lo que lleva, ya me cansé, imagínense cuando estuve tratando de poner todo en un solo lugar por primera vez.

Probablemente para las mujeres, no debe de haber ningún problema, pero siendo hombre, seguramente fue un poco más díficil concentrarme en acomodar todas las cosas que son útiles para un bebé.

¡Ah! , estaba olvidando el líquido limpiador de chupones, todo para estar prevenido en caso de que por descuido, el biberón cayera al suelo. Ese líquido era el maravilloso líquido limpiador que podría evitar que el bebé llorara por no tener su preciado alimento. ¡ Claro que no se me podía olvidar incluirlo !

La pañalera estaba lista para entregarla más tarde cuando el bebé llegara a la guardería. Nervioso estaba yo por que sería su primer día, pero más nervioso me sentía yo porque esperaba haber preparado esa maleta (color azul rey con la orilla color anaranjado) con todo lo necesario para atender correctamente a un pequeño saltamontes.

¡ Me sentí nervioso, pero lo más importantes es que me sentí infinitamente  un padre orgulloso !