Su fiel compañero

Cada día por la mañana, en cuanto lo ponemos en la sala de la casa, lo primero que hace es tomar su juguete – un carrito de tamaño mediano – y lo lleva a todos lados. Habíamos escuchado que los pequeños por lo general toman algún objeto y lo llevan a todas partes, y nos hemos dado cuenta que para él su carrito es como su amuleto, no lo suelta por nada, y lo lleva a todos lados.

No importa si debe deplazarse hacia el comedor, hacia la cocina e incluso hacia el jardín , él lleva su carrito. Es su fiel compañero, su amuleto, su motivación para explorar nuevos territorios.

Luce tan precioso al verlo caminar por la casa o en el jardín llevando consigo su juguete. El juguete que al igual que él, está listo para la aventura.

¡ Así es él y es nuestro hijo !

Un extraño acompañante

El día de hoy, tuvimos un acompañante indesperado. Llevaba a mi niño por la mañana a la guardería, encendí el auto y salimos de la casa.

Unos segundos después comencé a escuchar un sonido extraño, ese sonido era un maullido. Sin embargo pensé que era algún lindo gatito que se encontraba cerca del lugar por donde iba pasando. Pero pasando unos segundo, continúe escuchando el maullido, y cada vez con más fuerza.

Había avanzado unos metros, y decidí detener el vehículo. Apagué el motor y traté de identificar de dónde venía el maullido. Me di cuenta que provenía de la sección donde se encuentra el motor. Fue una sorpresa enorme que el gatito estuviera en esa parte del vehículo.

Abrí el  cofre del vehículo, y de inmediato vi a un lindo gatito, pequeño, con manchas de colores negro, amarillo y blanco. Se veía lindo, pero al verme se asustó y se escondió en otra parte del motor, y para la mala suerte, no lo podía ver, además de que tenía prisa para llevar a mi niño.

Transcurrieron alrededor de veinte minutos, y fue solamente este tiempo porque una amable señora me ayudó a ubicar al lindo gatito, y mientras yo lo animaba a que saliera haciendo ruido por un lado, ella lo pudo sujetar y liberar hacia la calle.

Finalmente lo liberamos, nos pudimos ir y llegar a tiempo a la guardería.

Esa fue la historia del acompañante inesperado.

Primera visita al parque

Hoy fue un día de sopresas, pero no para mí, sino para mi niño:

Cerca de la casa, hay un pequeño espacio para que los niños puedan jugar, es un lugar donde el piso -aunque está a la intemperie- está formado por bloques esponjosos que evitan que si los pequeños se caen, sufran un golpe fuerte. Además, existen varios juegos donde los pequeños pueden divertirse.

Era la primera vez que mi pequeño iba a visitar ese lugar, por lo que cuando llegamos, mostró en su rostro la sorpresa que le causaba la novedad, pero cuando empezó a reconocer que era un espacio donde podía divertirse, una sonrisa se presentó en su cara.

Subía, bajaba, subía y volvía a bajar; fue tan lindo ver en su cara cuánto lo estaba disfrutando.

¡ Volvería a llevarlo, para poder ver nuevamente su cara de felicidad!

¡ Esa carita de felicidad que día a día me inspira !

Bitácora de vuelo

Día 423

El «vuelo» se atrasó y llegamos retrasados por el niño,.  No nos sentimos los padres más orgullosos pero no hubo alternativa. Cambio y fuera.

Bitácora de vuelo

Dia 422

Hoy no fue el día D, hoy fue el día B, repito, día B. Cambio y fuera.

¡Ahora somos tres !

El día de hoy, siendo un fin de semana, me dispuse como no hacía mucho tiempo, a ver un partido de fútbol. Por si no sabían, me encanta el fútbol. Encendí la televisión y sintonicé el canal de transmisión del partido.

Mi hijo estaba jugando en la cama, balbuceando alguna frases que sólo él podía comprender. Pero al darse cuenta que estaba encendida la televisión, dirigió su mirada a la pantalla, se mantuvo quieto, volteó a verme, y después se sentó junto a su mamá, quien también estaba en la habitación.

Se sentó junto a ella, observando detenidamente la pantalla de televisión. En ese momento anotaron un gol, y conteniéndome de gritar, miré a mi hijo y lo vi sonriente. Parecía que sabía lo que estaba pasando.

Terminó el partido, y regresó a jugar con tanta energía que parece que no se cansa. Lo miré y me dio tanto gusto tenerlo con nosotros. Parece que el fútbol será una activdad que disfrute; es pequeño aún, pero me sentí contento porque antes era uno, después fuimos dos y ahora somos tres los que veremos los partidos de futbol.

¡ Gooool ! ¡ A mi hijo le gusta ver conmigo el futbol !