Nuevas experiencias

Definitivamente, siempre es agradable leer historias tiernas y lindas de mi hijo; sin embargo, por ser un pequeño que está aprendiendo a vivir,  está de más comentar que en más de alguna ocasión, la experiencia no será placentera.

En esta ocasión, me toca contar que una vez que llegó por la tarde, mi pequeño estaba renuente a realizar algunas actividades. Como en algunas otras ocasiones, le pedí que levantara del suelo, unos objetos que lanzó al suelo.

En otras ocasiones, sin ningún problema, hubiera levantado el objeto que le solicitaba, pero en esta ocasión fue diferente. Se hacía el desentendido, como si nada pasara, simplemente deseaba hacer caso omiso a lo que se le pedía.

Le insistimos, y como la mayoría de los niños, pensó que llorando, solucionaría todo, y con ello olvidaríamos lo que le pedíamos. Para no hacer muy largo el relato, lloró, lloró, lloró y lloró…

El llanto duró en total cincuenta minutos -por momentos cambiaba de estrategia para ver si olvidabamos la situación-  pero por más que lo intentó no lo logró.

Nos mantuvimos trabajando en equipo hasta que finalmente decidió compartarse como un buen niño. Sabíamos que era importante para su educación y vida futura insistir en que hiciera lo correcto, para no tener un pequeño malcriado en casa y sobre todo, fincar las bases para tener un buen ser humano útil a la sociedad.

¡ Sin duda es el inicio de una aventura llena de situaciones diferentes, pero todo sea por educarlo de manera adecuda !

Bitácora de vuelo

Día 458

Caminar sobre el pasto es divertido, muy divertido, pero al inicio es díficil, pues parece que se mueve el piso. Pero no importa, es muy divertido. Cambio y fuera

Mmmm…

El día de hoy corroboré que tenemos un niño de buen comer, mientras cocinaba, no perdía de vista la cazuela de la comida, fue paciente mientras vertía el alimento que desaba calentar, y al mismo tiempo emitía de su boquita ese sonido tan melodioso que me indicaba que antes de comer, ya se estaba saboreando la comida.

Sus ojitos no se despegaban de la cazuela, terminé de cocinar y muy atento esperó a que le sirviera en su plato. Se sentó junto a su mamá y empezó a comer con una sonrisa tan lidna en sus ojos. No había llorado, no se veían indicios de desesperación, solamente una alegría y satisfacción por estar probando un alimento que le encanta.

Me sorprendió, es de buen comer, definitivamente la genética no se equivoca, me recordó cuando estaba pequeño, y al igual que él, comía con singular alegría todo lo que me pusieran enfrente.

¡ Definitivamente, comer dejó de ser sólo una necesidad y al parecer se ha convertido en uno de los placeres de la vida para este pequeño niño!

 

Recuento

Con motivo de tu primer año querido hijo, sé que estás aún pequeño y que quizás hasta dentro de 5 o 6 años podrás leer lo que estoy escribiendo en este momento, te quiero expresar tantas cosas…

Cuando estabas en el vientre de tu hermosa mamá, nunca permitiste que te vieramos la carita mediante el ultrasonido, probablemente deseabas que todo fuera sorpresa, querías sorprendernos cuando nacieras.

Claro que fue una hermosa sorpresa tenerte entre mis brazos y escuchar tu llanto por primera vez. Me sentí tan nervioso cuando te vi, y al mismo tiempo estaba contento, pero también preocupado porque nadie me había enseñado a ser padre. Para todos los seres humanos, es similar, es iniciar una aventura a partir de cero.

Pero cuando te vi, te escuché respirar, te tuve entre mis brazos y te trasladé al área de cuneros del hospital, me sentí el hombre más feliz del mundo.

Hijo mío, cuando leas esto, quiero que sepas que te quiero desde el primer día de tu existencia, que siempre te querré y que llenas de alegría mi vida.

¡ Eres el sol de mi vida!

Bitácora de vuelo

Día 445

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