Confesiones de un padre

Querido hijo, estás dormido y aprovecho para mirarte mientras duermes en este mediodía, mentiría si te dijera que no me siento cansado, pero todo ese cansancio desaparece mágicamente mientras te veo y escucho tu respiración. Te veo tranquilo, hermoso y lleno de vida.

Eres mi inspiración, eres parte de mi corazón. Te quiero mucho.

Confesiones de un padre