Bitácora de vuelo

Día 478

Me encanta el gorrito que me compró mi mamá. Está precioso y no quiero quitármelo. Ese osito al frente está genial. Cambio y fuera

Bitácora de vuelo

Bitácora de vuelo

Día 477

Me gusta tanto estar en la guardería que el día de hoy no quería regresar a casa cuando mis papás fueron a recogerme. Cambio y fuera

Bitácora de vuelo

Bitácora de vuelo

Día 476

Me divierte mucho lanzar mi pelota debajo de los muebles de la sala para que mis papás me ayuden a sacarla para seguir jugando. Es más, esa la única travesura que sé hacer. Cambio y fuera.

Bitácora de vuelo

Hora del baño

 

El día de hoy decidimos cambiar la estrategia para bañar a nuestro pequeño. Anteriormente yo lo tomaba entre mis brazos y lo bañaba. Pero ahora, con un peso de 11 kilogramos, mantenerlo así durante todo el tiempo que tomaba el baño, era muy cansado.

Preferimos intentar algo nuevo, así que ahora, lo bañamos en una pequeña tina.  Una pequeña tina de plástico de aproximadamente un metro de diámetro, con espacio suficiente en caso de que decidiera sentarse.

En realidad, fue más fácil bañarlo, fue más rápido, pero por ser algo desconocido hasta el momento, estuvo llorando durante el tiempo que tomó el baño.

Lágrimas resbalaban por su carita, y se confundían con las gotas de agua que escurrían desde su cabeza.  Lloró tanto, sólo hasta el final se sintió consolado.

El baño fue un éxito para sus padres, porque fue más fácil, pero para él, quizás no fue tan agradable porque representó conocer algo diferente.

Era de hora de hacer algo diferente, él se adaptará en un futuro. Confíamos en que así sea.

Hora del baño

Bitácora de vuelo

Día 469

Si mi mamá poda las plantas con la mano, yo también puedo. Lo haré con todas las plantas que vea de ahora en adelante. Cambio y fuera

Bitácora de vuelo

Conociendo a sus amiguitos saltamontes

Hoy fue un día muy diferente, la familia estuvo en el jardín haciendo labores de limpieza y de embellecimiento del lugar.

Mientras yo podaba la maleza que se había acumulado por las lluvias tan abundantes, nuestro pequeño decidió salir a jugar al jardín con su juguete preferido – sí, aquel juguete del que les hablé en una publicación anterior-, además su mamá estaba pendiente de él y lo acompañaba con la miraba a todos lados.

En un instante, el pequeño se quedó observando unos diminutos insectos que se movían entre el pasto y la hierba. Le causaba mucha curiosidad, y más se sorprendió cuando se dio cuenta que saltaban si él acercaba demasiado.

Eso le causó mucha sorpresa y después de la primera impresión, le causó mucha gracia. Su mamá le explicó que eran unos lindos saltamontes o chapulines. Finalmente había conocido a los pequeños saltamontes del jardín, los cuales eran ágiles, rápidos y bonitos. Nuestro pequeño, definitivamente es un pequeño saltamontes.

 

Embelleciendo el jardín