El día de hoy, siendo un fin de semana, me dispuse como no hacía mucho tiempo, a ver un partido de fútbol. Por si no sabían, me encanta el fútbol. Encendí la televisión y sintonicé el canal de transmisión del partido.
Mi hijo estaba jugando en la cama, balbuceando alguna frases que sólo él podía comprender. Pero al darse cuenta que estaba encendida la televisión, dirigió su mirada a la pantalla, se mantuvo quieto, volteó a verme, y después se sentó junto a su mamá, quien también estaba en la habitación.
Se sentó junto a ella, observando detenidamente la pantalla de televisión. En ese momento anotaron un gol, y conteniéndome de gritar, miré a mi hijo y lo vi sonriente. Parecía que sabía lo que estaba pasando.
Terminó el partido, y regresó a jugar con tanta energía que parece que no se cansa. Lo miré y me dio tanto gusto tenerlo con nosotros. Parece que el fútbol será una activdad que disfrute; es pequeño aún, pero me sentí contento porque antes era uno, después fuimos dos y ahora somos tres los que veremos los partidos de futbol.
¡ Gooool ! ¡ A mi hijo le gusta ver conmigo el futbol !