¡ Sus primeros pasos !

Hoy fue un excelente día. Disfrutamos ver que diera sus primeros pasos. Nos llenamos de alegría al ver en su carita la sonrisa de emoción que sintió al poder pasar de las manos de su madre hacia su cuna.

¡ Nos sentimos muy contentos !

Siempre hay una primera vez

Hoy de camino al trabajo, recibí una llamada telefónica. Al ver el contacto que estaba llamando al mi teléfono, decidí rápidamente responder.

Escuché lentamente y con atención lo que me comentaron, no atiné a decir alguna palabra, más que al final.  Lo único que dije fue que en unos minutos me trasladaría a donde me requerían.

Regresé a casa, tomé lo necesario y me fui al lugar de dónde me habían llamado.

Seguramente ustedes ya lo habían pensado.

Me habían llamado de la guardería para decirme que dentro de la pañalera, no estaba la leche del bebé. ¡ increíblemente, se me olvidó poner el alimento del bebé ! ¡ Pobre criatura -pensé- !

Sí, acomodé todas las cosas -bueno casi todas- en la pañalera,  pero olvidé poner la leche en la bolsa. Apenado llegué a la guardería y con una sonrisa nerviosa entregué el recipiente con la leche.

Definitivamente, espero que no sea el único padre al que se le haya olvidado algo tan primordial para el bebé.

¡ Definitivamente, siempre, y más tratándose de los hijos, hay una primera vez. !

¡Toda una odisea!

Finalmente, después de varias semanas de búsqueda, decidimos adquirir una cuna. Ya teníamos una pequeña, pero como ha crecido, ya no es suficiente y requiere una más robusta.

Llegó parcialmente desarmada, no nos disgusta para nada armar diferentes muebles, pero es muy cierto que el armar la cuna fue desesperante.

imaginen un día caluroso, húmedo y con una cuna, en la que los tornillos no pueden ser colocados fácilmente entre las piezas que deben ser unidas por ellos.

Después de varias horas de intentos, de mover la pesada base, la cabecera y los barandales, finalmente quedó lista para estrenar.

Sí, ya sé que no representa ninguna hazaña, pero para nosotros ese día fue algo extenuente, sin embargo, lo logramos.

Ahora nuestro bebé. podrá dormir plácidamente en su cuna. Bueno, falta el colchón, pero esperemos que esa no sea otra aventura por contar. Finalmente, para nosotros, tener lista su cuna fue…

¡ Toda una odisea !

La primera «despedida»

Teniendo un bebé pequeño, es un hecho que en algún momento, tendrá que acudir a la guardería.

Ya sea que trabajes o no, que el bebé acuda a la guardería es tan enriquecedor para él. Algo que no había escuchado, es todo ese proceso de preparación para que el bebé pueda ir a la guardería con todo lo que requiere; decidimos llamarle «el ritual».

Y es que en realidad es un ritual, los biberones, la leche, la ropa, los pañales, el aceite o la pomada para la rozaduras, los baberos, la cobijita….uff, muchas cosas en qué pensar sobre todo para cuando eres un padre primerizo.

Hoy, finalmente con todo listo, decidimos llevar a nuestro retoño, por primera vez a la guardería.  Sentíamos un dolor muy grande de dejarlo. no sabíamos cómo iba a reaccionar. Pero sobre todo, no sabíamos cómo ibamos a reaccionar nosotros mismos.

La incertidumbre terminó en el instante que lo entregamos en los brazos de su maestra, su sonrisa y el deseo de conocer más de su alrededor que podíamos ver en sus ojos, nos tranquilizó.

Finalmente nos dimos cuenta que los más nerviosos éramos nosotros mismos, es tan extraña esa sensación de vacío cuando no lo tienes contigo, después que por tantos meses lo has tenido día y noche junto a ti.

Sn embargo, algo que nos funcionó para aceptar que la guardería es un excelente lugar para aprender, es recordar que…

¡ incluso en la naturaleza, existen ciertas especies que tienen guardería mientras los padres salen a buscar el alimento¡

Por lo tanto, lo que estábamos haciendo era lo correcto.